Nuestras Hermanas
Probandas, siempre alegres y muy felices por la entrega generosa que han
hecho de sus vidas al Señor. Que el Dador de todos los bienes les conceda la
perseverancia hasta el final y Nuestra Madre Santísima custodie su vida y su
vocación divina. Felicidades Rosy y Faby. Las queremos mucho.